Para la Policía Nacional los tatuajes son sinónimo de drogadicción, vagancia y libertinaje

En un  documento conocido por La W, se evidencian conceptos utilizados por la Policía Nacional respecto a los tatuajes por parte de los uniformados. Específicamente, se conoce el pronunciamiento del coronel Pablo Antonio Criollo Rey, miembro de la Secretaría General de la Policía, en el que le responde a una solicitud del inspector esa institución, el general Óscar Atehortúa.

En el documento, el coronel Criollo asegura que la connotación sociocultural del tatuaje “demarca situaciones de delincuencia, ocio y antivalores”. Para sustentar estas afirmaciones, Criollo utiliza como referencia el extracto de un estudio de la experta Patricia Rueda: “en los barrios marginales, el tatuaje se identifica con vagancia, drogadicción, libertinaje  o desempleo (…) este tipo de estigmas los portan los pobres”.

Por eso, el coronel asegura que cuando los policías portan el uniforme, “sus tatuajes se hacen visibles y, sin lugar a duda, se desvirtúa el decoro y la pulcritud”. Ante esta situación, el uniformado plantea medidas correctivas y disciplinarias que puedan ser aplicadas por el mando institucional según lo considere conveniente.