Llorar por tu ex ayuda a bajar de peso, según estudio

Llorar por tu ex puede tener más beneficios de los que crees, o al menos eso confirmó un estudio científico…

La mayoría de las rupturas amorosas suelen ser sumamente dolorosas, tanto que te provocan inmensas ganas de estar todo el día acostado y llorando como si no existiera un mañana. Con el tiempo y las experiencias se ha confirmado que llorar ayuda a que saques toda la angustia que te atormenta, además de que es una reacción natural del cuerpo cuando las emociones tienen un impacto fuerte en ti, ya que puedes llorar tanto de tristeza como de felicidad. Lo que no sabías es que expertos aseguran que llorar puede ayudarte a algo más que jamás creíste cierto.

Llorar por tu ex puede tener más beneficios de los que crees, o al menos eso confirmó un estudio científico realizado por el cetro médico St. Paul Ramsay. Los expertos dicen que por medio de las lágrimas liberas prolactina, adrenocorticotrópica y leucina encefálica.
En otras palabras, cuando lloras ayudas a tu cuerpo a que queme calorías y de este modo, te resulte más fácil bajar de peso. Sí, así de fácil puede ser que bajes los kilos extras y sólo necesitas llorar como si fueras un recién nacido.

El estudio explica que cuando eliminas las hormonas ya mencionadas, se reducen tus niveles de cortisol, la misma sustancia que beneficia a la retención de grasa en tu organismo. De este modo, cuando lloras tienes una sensación de relación y alivio, lo que evita que aumentes de peso. Más que un apoyo de las lágrimas, se trata más de que no las reprimas y atrases tus ganas de llorar lo que te ayuda a que no acumules grandes niveles de cortisol y tu grasa aumente.

Independientemente de que llorar te haga bajar de peso y te libere el estrés, liberar el llanto te ayuda a limpiar tu alma, a sentirte mejor contigo mismo y a desahogarte. Es un hecho que cuando lloras bajas de peso, pero los expertos explican que esto es solamente cuando tu llanto es provocado por una pena, por enojo, estrés, rabia o tristeza, no cuando decides llorar sólo por hacerlo, sino que estés tratando de desechar algún sentimiento que te esté inquietando.