¡Protegida! Ciénaga de Ayapel es declarada territorio Ramsar

Este importante sistema hídrico de Córdoba recibe, en una parte de su área total, protección internacional que obliga al gobierno a monitorear que todo lo que esto implica se cumpla.

A dos horas y media de Montería queda Ayapel, uno de los 30 municipios del departamento de Córdoba que se ubica en el mapa en un lugar particular de la basta geografía colombiana. Es la entrada a todo un sistema cenagoso que conecta ríos, deltas, humedales, cuencas y caños. Por ahí pasan 64 especies de aves migratorias provenientes, en su mayoría, de Canadá y Estados Unidos que allí completan su ciclo de vida o se resguardan del invierno del norte. Esto confirma, además, que se trata del segundo complejo de humedales más grande de Colombia.

Por eso, en la tarde de este viernes el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, oficializó la declaración con la siembra de un mangle como hecho simbólico. La Convención Ramsar es un tratado intergubernamental que tiene cobertura en el 90 por ciento de los estados miembros de Naciones Unidas. Su objetivo es conservar y promover el uso racional de los humedales, con el fin de que exista un aprovechamiento sostenible.

Esto quiere decir que hay que buscar un balance entre la explotación de recursos y la aplicación de un programa de recuperación y preservación. La Ciénaga de Ayapel ha sufrido los estragos de la minería (legal e ilegal), la ganadería y la trágica inundación entre 2010 y 2013 producto de un dique que no soportó más y dejó que la furia del río Cauca afectara seriamente la biodiversidad de árboles de la ciénaga.

Fabián Vélez, investigador de la Universidad de Antioquia, en su tesis doctoral estudia el cambio del paisaje en el lugar. “Por eso es que ya no vemos un paisaje alto y robusto, sino que todo es plano”, dijo el científico.

Sin embargo, la comunidad -en cabeza de CorpoAyapel, una fundación sin ánimo de lucro- trabaja desde hace 15 años por la recuperación de bosques de la ciénaga con el fin de sanar las heridas ambientales causadas por la mano del humano. “Esta es una gran victoria para el departamento de Córdoba, Colombia y su diversidad. Esto ayudará al desarrollo sostenible del municipio”, dijo Nicolás Ordóñez, director ejecutivo de la fundación.

La ciénaga es un laberinto hídrico por donde las lanchas tienen que hacer maromas para poder llegar a algún extremo. Y a lado y lado las aves sobrevuelan la planicie que dejó la inundación.

Corpoayapel, en su trabajo comunitario, ha promovido la rehabilitación de los bosques que rodean el enorme espejo de agua. Pero es una tarea difícil que en palabras del científico Fabio Vélez pronostica que la meta se cumpliría en décadas.

Pero Nicolás Ordóñez da un aliento positivo y propuso -con los habitantes de la región- sembrar un millón de árboles, como un primer gran paso hacia esa meta. Corpoayapel les paga a sus trabajadores para sembrar todo tipo de especies que le devuelvan la altura a este rico ecosistema. Con esta declaración, La Ciénaga de Ayapel se convierte en el décimo sistema de humedales en entrar a la categoría Ramsar, el primer ecosistema en tener esta protección fue Ciénaga Grande en Magdalena en 1988.

 

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