La ola violenta en Córdoba ha dejado una estela de muertes

Grupos armados estarían detrás de nueva ola violencia en Córdoba.

El Centro de estudios políticos y socioculturales del Caribe (Cepsca) reveló el primer informe sobre tasa de homicidios en lo corrido de este año, situando a Córdoba en el primer lugar de los departamentos con más muertes violentas hasta la fecha con 41 homicidios.

Esta cifra representa un aumento del 24 por ciento en comparación con el mismo período de 2018, de acuerdo con la comparación de Cepsca.

Según el informe, los municipios con mayor número de asesinatos son, en su orden, Montelíbano, con 13 homicidios, mostrando un aumento del 3,33 por ciento y Planeta Rica, con 6, que representa un incremento de 6,66 por ciento.

La cuota más alta de muertes violentas en el departamento la aporta la subregión del San Jorge, en el sur de Córdoba, donde los grupos armados ilegales como Clan del Golfo, Caparrapos, disidencias de las Farc y miembros del Eln libran una guerra sin cuartel por el control del negocio de las drogas y la minería ilegal.

La ola violenta en Córdoba ha dejado una estela de muertes, ataques con granadas a establecimientos públicos, amenazas y hasta patrullajes ilegales de los grupos armados en las cabeceras urbanas de municipios como Montelíbano y San José de Uré, sin que las autoridades hayan logrado el contrarresto efectivo para controlar el avance delincuencial.

Tan solo la semana pasada, después de culminar un consejo de seguridad liderado por el ministro de la Defensa, Guillermo Botero, y la cúpula militar en Montelíbano, circuló en ese municipio un panfleto que se atribuyó un grupo irregular que se autodenomina ‘Bloque de Guerra Virgilio Peralta Arenas’, que para las autoridades no es más que una banda delincuencial conocida como Caparrapos.

Señala el facsímil que el congresista fue declarado «objetivo militar» de dicho grupo ilegal, al igual que los periodistas de Montelíbano Organis Cuadrado y Rafael Moreno, tras una clara advertencia de atentar contra sus vidas.

El congresista ha venido denunciando el incremento de las acciones criminales por parte de las bandas criminales que delinquen en los municipios de la subregión del San Jorge, especialmente en Montelíbano de donde es natural y vive con sus familiares.

Desde su cuenta de Twitter, el Representante a la Cámara llamó la atención del presidente Iván Duque, y de los ministros del Interior y Defensa señalando: “¿Tendrán que asesinar a congresistas para que gobierno ciego abra los ojos? No seremos cómplices de otro medio siglo de violencia en sur de Córdoba”.

También, la semana pasada fue encontrado el cuerpo sin vida del líder social y precandidato a la Alcaldía de San José de Uré, Jorge Castrillón Gutiérrez. Es esa oportunidad, Calle advirtió el temor que los grupos armados ilegales interfirieran en el proceso electoral de octubre próximo, y cuestionó al gobierno señalando que los ha dejado a merced de los violentos.

¿Tendrán que asesinar a congresistas para que gobierno ciego abra los ojos? No seremos cómplices de otro medio siglo de violencia en sur de Córdoba?

La amenaza del grupo ilegal a través del panfleto se extiende a personas que circulen por las calles de Montelíbano después de 10 la noche y a desconocidos que lleguen a esa población.

«Declaramos objetivo militar a todo forastero o forastera que lleguen a nuestra región, lo cual les recomendamos que sus parientes se abstengan de llegar sin previo aviso«, concluye el panfleto que dio origen a las investigaciones.

Aunque las autoridades locales han convocado a consejos de seguridad con funcionarios del gobierno nacional, son pocas las acciones contundentes que se han visto para frenar la ola de asesinatos.

Aunque desde Bogotá se anuncia el envío de pelotones militares y de policías para aumentar el asedio a las organizaciones criminales, la realidad dista de los planes de las autoridades de mantener el control y la tranquilidad, especialmente en el sur de Córdoba.

GUDILFREDO AVENDAÑO MÉNDEZ
Para EL TIEMPO
Montería