El exsenador Musa Besaile seguirá en prisión

Los abogados manifestaron ante el alto tribunal que se tuviera en cuenta el estado de salud de su defendido, ya que al excongresista se le practicaron una serie de exámenes en los que aseguraban que tenía una enfermedad coronaria. 

 La Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia negó la suspensión de la medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario solicitada por la defensa del excongresista Musa Besaile Fayad, investigado por el entramado de corrupción que se suscitó dentro de la justicia conocido como el ‘Cartel de la toga’.

Los abogados manifestaron ante el alto tribunal que se tuviera en cuenta el estado de salud de su defendido, pues en días pasados al excongresista se le practicaron una serie de exámenes en los que aseguraban que tenía una enfermedad coronaria.

«De acuerdo con las pruebas legalmente practicadas o allegadas se acredita que la persona padece grave enfermedad que es incompatible con la prisión intramural, ninguna alternativa diferente queda al operador jurídico que la suspensión de la medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario», se lee en la petición.

En ese sentido, la Corte le halló la razón a la defensa en asegurar que la solicitud corresponde a razones humanitarias, sin embargo, la corporación solicitó al Instituto Nacional de Medicina Legal los resultados de tales exámenes y en ellos aseguraron que se trataba de «isquemia moderada de la parte inferior del ventrículo izquierdo con una extensión aproximada del 10%», y que tal afección «no representaba estado de salud grave por enfermedad».

«Es más, revisadas minuciosamente cada una de las valoraciones aportadas por el defensor, incluyendo la historia clínica del procesado por su hospitalización en la clínica Reina Sofía de Bogotá, ninguna da cuenta, de manera categórica, que el acusado Musa Besaile Fayad padezca un -estado grave por enfermedad-, que habilite la concesión del instituto reclamado», precisa la respuesta de la Sala.

Igualmente, la corporación dejó claro que en la valoración de un especialista los conceptos médicos no determinaron que la enfermedad del excongresista debía ser tratada en un centro diferente a donde está recluido.

«En primer lugar, por cuanto las remisiones médicas no son resueltas con celeridad y, en segundo orden, debido a que su permanencia en el establecimiento carcelario no le garantiza una carga de estrés admisible».