Entre la vida y la muerte Policía herido con papa bomba

El patrullero de la Policía, Arnoldo Veru Tovar, de 43 años, lleva 15 años en la institución, de ellos 7 en Neiva.

Está a cargo de su mamá y de su hermana menor, a esta última la ayuda con sus estudios de medicina, y para estar junto a ellas pidió el traslado a la capital de Huila.

Su mamá, una mujer de la tercera edad, no se despega de Veru desde este martes. Él está en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario, donde lo atienden por las graves heridas que le dejó el impacto de un explosivo no convencional —papa bomba— en medio de los desmanes registrados ayer en inmediaciones de la Universidad Surcolombiana.

Su madre y hermana han pedido privacidad, quieren estar atentas de la evolución del patrullero, pero les han solicitado a sus allegados que oren por Arnoldo.

De acuerdo con los compañeros del patrullero Veru Tovar, él es un hombre callado, pero accesible, «muy compenetrado con la comunidad, y muy entregado a su trabajo«.

Veru hace parte de los uniformados de vigilancia y está asignado al CAI de Ipanema, ubicado al oriente de la ciudad.

Veru Tovar está soltero y no tiene hijos, por lo que sus compañeros lo ‘sabotean’ al resaltar que para él el ideal «es sacar a su hermanita menor adelante y ayudarle con sus estudios para orgullo de su mamá«.

Vive con su familia en un modesto sector de Neiva, y junto con su hermana están pendientes de acompañar y ayudar en lo que se requiera a la mamá, «son buenos hijos», afirman los policías que laboran con el patrullero.

Patrullero Arnoldo Veru Tovar