Las promesas incumplidas al profesor Altamar, el precursor del periodismo en Sahagún

Falleció a los 76 años, esperando que la alcaldía lo ayudara a construir una vivienda para él y su familia, y los recursos para poder tratar sus achaques de salud.

El 21 de mayo falleció en el municipio de Sahagún, a la edad de 76 años, Pedro César Altamar, un hombre que ejerció la labor de periodismo empírico, con un desenvolvimiento y un manejo de voz de todo un profesional de la radio.

“El profesor Altamar”, como se le conocía cariñosamente, se hizo popular con un programa radial llamado Saludo a los pueblos, que era emitido por Radio Baraji.

Este era un show alegre y divertido, donde Altamar siempre empleaba un lenguaje familiar y respetuoso, y le enviaba saludos a la gente del campo.

Él no utilizaba grabadora, solo un cuaderno donde tomaba notas referentes a los mensajes pertinentes. De hecho, inmediatamente terminaba de escribir, ahí mismo, en vivo, leía el mensaje a quien interesaba, bien fuera un comerciante para darle publicidad a su negocio o una persona que deseaba felicitar a alguien por algún motivo especial.

Pus bien, Pedro César llegó a Sahagún hace más de 40 años, procedente de las sabanas de Sucre, donde también trabajó como locutor en La Voz de Corozal y Radio Sincelejo. Ya establecido en Sahagún contrajo matrimonio con Cecilia Cáliz y nació un hijo a quien le pusieron por nombre César Rodolfo —en un principio lo quiso meter a la radio, pero este joven tenía inclinación por las matemáticas—.

El profesor fue declarado hijo adoptivo de Sahagún, ya que ahí afincó todas sus amistades. Y aunque en su labor no pudo conseguir para construir su casa y con el pasar del tiempo su salud empezó deteriorar —hasta que llegó el momento en el que tuvo que dejar su labor y empezar a tocar puertas para el tratamiento de su enfermedad, debido al mal que padece la salud en Colombia— nunca se rindió.

Sin embargo, no se puede olvidar que antes de su muerte la alcaldía municipal de Sahagún le prometió como estímulo de ayuda una vivienda, ya que sus condiciones económicas eran pésimas, y su familia vivía prácticamente de la caridad. La situación era tal que incluso algunas personas de buen corazón le ayudaban con algunas cosas, incluyendo viáticos a la ciudad de Montería, donde iba por cuestiones de su enfermedad.

No obstante, esta no fue la única promesa incumplida. En una conversación telefónica con César Rodolfo, hijo del finado, este manifestó que  Juan Pablo Álvarez, secretario de gobierno de la alcaldía municipal, jugó con sus sentimientos, ya que le prometió unos recursos a su padre para poder viajar a Montería, pero nunca le cumplió, ni siquiera cuando ya estaba en estado crítico.

A raíz de todo estos incumplimientos y como acto de solidaridad con la familia del fallecido locutor surgió una voz de esperanza por parte del señor Jarlin Díaz, quien en un gesto de buena voluntad donó un lote para que construyan una vivienda para su prole. Dice el señor César Rodolfo que les agradece a las personas que están en los trámites de la construcción (el periodista Humberto Sinning y el licenciado Marcial Cáliz, quienes están en estas lides de tramitología en lo concerniente a escrituras y demás).

Ahora se espera que haya más personas como Harlin Díaz, para levantarle entre todos la casa a esta hermosa familia sahagunense, que tanto la necesita.

Tomado de Las2Orillas