Ultimátum a ISA para que construya nueva escuela en Sahagún

Si en noviembre próximo la empresa ISA no inicia la construcción de la escuela del corregimiento Nueva Esperanza en Sahagún, Córdoba, que actualmente funciona en un billar, la Alcaldía de ese municipio entablará una demanda en su contra y asumirá la edificación de la institución.

Así lo dijo el alcalde de Sahagún Baldomero Villadiego, tras lo que él llamó “los continuos incumplimientos de esa empresa para dar inicio a la obra”.

El mandatario aseguró que ya está listo y legalizado el lote, pero que los trabajos no han comenzado por las trabas que ha puesto esa compañía para asumir los compromisos que adquirió.

“Ellos (ISA) tienen plazo hasta el 29 de noviembre para iniciar la obra y hasta julio del próximo año para entregarla. Si incumplen yo los demando, y en tres meses yo hago la escuela para los 40 niños”, advirtió Villadiego, asegurando que dentro del presupuesto del Municipio existen 5.000 millones para escuela rural nueva.

El caso se remonta a principios de este año, cuando la empresa energética ISA instaló una gigantesca torre y atravesó líneas de alta tensión eléctrica en predios del colegio de primaria del corregimiento Nueva Esperanza. A cambio, la compañía se comprometió a construir la escuela en un lote de terreno que debía comprar la Administración Municipal.

Mientras se surtía el trámite para dar inicio, los padres de familia pidieron al dueño de un negocio de billar del pueblo que prestara el lugar para que 40 niños de grados transición a quinto de primaria recibieran sus clases.

“Los padres de los niños me pidieron prestado el local y yo gustosamente lo cedí por seis meses, pero ya han pasado diez meses y aún no han iniciado los trabajos”, asegura Reinel Darío Pérez, dueño del billar.

Asegura que desde el lunes hasta el viernes al mediodía los pequeños reciben clases a cargo de dos profesores. Los fines de semana las sillas y tableros son guardados en una improvisada bodega para dar paso al billar que es visitado por adultos que consumen licor en medio de la alegría de la música.

La situación para los 40 menores se complica porque donde reciben las clases no llega el beneficio del programa de alimentación escolar.

El Tiempo