Ninguno de los cuatro empleados que tiene el Juzgado Promiscuo de Familia en el municipio de Sahagún, en Córdoba, podrá utilizar su teléfono celular durante la jornada de trabajo, salvo si se trata de una acción propia de sus funciones.
Así lo estableció el juez Miguel Francisco Burgos Iglesias, al notificar de la insólita decisión a los funcionarios bajo su mando.
Y lo hizo desde el pasado 16 de noviembre, cuando firmó la resolución 0037, en la que deja explícito las razones legales de la prohibición.
Aunque la restricción ha causado polémica, especialmente en círculos de la rama judicial, por cuanto el teléfono celular se han convertido en una herramienta necesaria para la misión institucional, el Juez Burgos defiende su decisión y argumenta que no fue impuesta, sino que, por el contrario, la socializó con sus empleados, quienes se habrían mostrado de acuerdo.
El rector judicial dijo que «esta medida fue concertada con los cuatro funcionarios de mi despacho, quienes todo el tiempo han estado de acuerdo con la norma»
