Trabajadoras sexuales colombianas y ‘venecas’ se pelean por los clientes

La llegada masiva de venezolanos a Colombia ha desarrollado otras problemáticas que se ven reflejadas, por ejemplo, en la competencia por ofertas laborales.

Se ve en trabajos comunes y hasta en oficios de la calle, como lo es la prostitución, campo en el que los problemas avanzan a agresiones físicas.

Un especial del programa Testigo Directo demuestra la problemática que se ha vuelto recurrente, especialmente la zona de tolerancia de Bogotá.

Según lo denunciado por las trabajadoras sexuales colombianas, las venezolanas llegan a trabajar por un valor inferior a lo que ellas han cobrado siempre por sus servicios.

Otra colombiana manifestó que ellas se organizan con documentación de exámenes médicos para demostrarle que no tienen enfermedades de transmisión sexual.

Pero denuncian que algunas venezolanas no pueden sustentar su estado de salud y por ello cobran el servicio más económico. “Escuche 25 casos de portadoras del VIH en el Santafe”, dijo una de las colombianas.

Además, las colombianas están en desventaja por negarse a “tratos más íntimos” con el fin de cuidar su salud y porque las venezolanas son “jóvenes y operadas”.

Por su parte, una de las trabajadoras sexuales venezolanas manifestó que tanto ella como sus compatriotas se ven en la obligación de trabajar de esa forma por necesidad.

100 mil pesos que ella envía a sus familiares, allá se convierten en 800.000 bolívares que les sirven para el sustento mínimo en el vecino país.