En San Marcos, pan y pescado a $200 pesos

En el departamento de Sucre hay un municipio que por estos días se ha autodenominado “bendecido por Dios”, San Marcos, un territorio de más de 55.000 habitantes dedicados, en un 70%, a la pesca.

Embarcaciones atiborradas de pescado y hombres descamando enormes ejemplares de estos animales, hacen parte de las imágenes con las que pobladores del municipio celebran en redes sociales la subienda del río San Jorge y otras fuentes hídricas.

Según lo dicho por el representante de la Asociación de Pescadores y Productores de San Jorge y La Mojana, Dairo Rafael López, gracias a la subienda, que en algunas partes ya superó la semana de duración, se están recogiendo diariamente entre 20 y 30 toneladas de pescado. Se estima que en el tiempo que lleva este fenómeno se han logrado juntar más de 200 toneladas.

Dentro de la variedad de pescados recogidos se encuentran el bocachico, bagre y el llamado ‘dientón’, entre otros. Este representante confirmó que es tanta la oferta que fácilmente se puede encontrar la unidad desde $200.

“Los están vendiendo a $200 en el municipio, mercados intermunicipales e interdepartamentales”, afirmó López al agregar que en promedio cada ejemplar puede pesar entre 200 y 300 gramos y medir hasta 25 centímetros.

A pesar de los esfuerzos para consumir esta exorbitante cantidad de pescado, la probabilidad de que parte de esta se pierda por descomposición es alta, ya que los sistemas de refrigeración que tienen los pescadores a su disposición son precarios.

“Es muy fácil que el pescado se pierda por falta de hielo porque no contamos con grandes empresas que lo produzcan”, confesó el representante.

Según lo dicho por López, en su conversación con El Espectador, las ganancias que esta subienda ha generado en los pescadores han sido altas, en promedio cada trabajador está ganando $300.000 diarios.

“El pescador rastrero puede estar ganando $100.000 diarios mientras que el chinchorrero entre $300.000 y $500.000”, explicó el líder de la asociación que calcula que la subienda continúe por dos o tres días más.

Justo ahora, al cierre de esta edición, todos los pescadores están llenando sus embarcaciones en lo que parece ser un milagro de multiplicación de peces. Los animales no escasean y los trabajadores esperan que esta “bendición de Dios” no se acabe.

El Espectador