Los policías subidos de peso son enviados por dos semanas de prueba al campamento en el Centro de Capacitación de la Policía Central en la ciudad de Pak Chong, en donde son sometidos a un estricto régimen de ejercicios físicos y una dieta rigurosa.
La iniciativa fue declarada como un éxito, hecho que ha motivado a las comisarías del país, que enviarán periódicamente a dos o tres de sus agentes con sobrepeso para que pasen por el proceso.
«Hay muchos problemas si eres un policía gordo. Te mueves y trabajas con lentitud. Eso es inaceptable si eres un oficial encargado de detener a criminales, ya que tienes que ser hábil y moverte rápido», afirma Sornpetch Chantarak, encargado de la planificación de las dietas, informa RT.
Los ejercicios y la dieta están pensados específicamente para eliminar los kilos de más y disminuir el tamaño del abdomen. Según Chantarak, algunos participantes que pesaban 200 kilos, llegaron a perder más de 60 luego del programa.