Mientras se construye la nueva sede educativa, los menores asisten a una escuela improvisada en el interior de una vivienda donde es necesario pagar arriendo para que puedan recibir clases en dos habitaciones.
Arrendados, así reciben las clases los 48 estudiantes de la Institución Educativa Ranchería, sede Nueva Esperanza, cuya infraestructura se vino al suelo después de ser catalogada como un riesgo para los menores, pues había sido construida en cercanías a una línea de alta tensión de la empresa Isa Intercolombia.
La falta de mantenimiento también propició el resquebrajamiento de los muros del plantel, por lo que varias paredes se habían venido al suelo.
Los menores se encuentran sin aulas desde hace más de 18 meses, por lo que se han visto obligados a improvisar salones debajo de frondosos árboles, en un billar y ahora en una casa que se encontraba deshabitada.
Aleidys Paola Vega Serpa, una madre de familia, que ha liderado las exigencias para el cumplimiento de los trabajos, manifestó que “ya los niños no están en el billar porque no se pudo llegar a un acuerdo entre la Alcaldía y el propietario del local. Entonces ahora estamos un poquito más abajo, en una casa de familia donde nos alquilaron dos habitaciones, allí están recibiendo las clases los niños”.
La Administración Municipal asumió los apoyos financieros que los propietarios de la vivienda requieren para el sostenimiento.
Según las explicaciones de la joven madre, “se trata de una casa de bareque, donde dos profesores imparten el conocimiento a los seis cursos. Es decir, cada uno de los docentes tiene a su cargo tres salones y dictan clases desde grado cero hasta quinto de primaria”.
Vega Serpa indicó además que debido a las malas condiciones en las que los menores estaban recibiendo las clases, algunos padres de familia decidieron retirar a sus hijos para matricularlos en otros colegios.
“Ya no hay muchos alumnos. En la actualidad hay un total de 48 niños de la población, mientras que en anteriores temporadas se podía llegar a contar con una población estudiantil superior a los 80 menores. Esperemos que ahora que adecúen la sede los niños regresen a este colegio”, sostuvo.
Los menores que acuden a la sede Nueva Esperanza tienen edades que oscilan entre los 4 y los 10 años. “Cuando los niños de la vereda Santa Lucía llegan al bachillerato deben asistir a la sede principal ubicada en el corregimiento de Ranchería, que queda casi en el propio casco urbano de Sahagún”, agregó Aleidys Paola Vega.
El otro plantel educativo más cercano a la mencionada vereda está ubicado a unos 45 kilómetros de distancia por lo que en muchas ocasiones los padres, dedicados a oficios típicos del campo, no cuentan con los recursos necesarios para costear los pasajes diarios.
Entre tanto la empresa de Isa Intercolombia manifestó que “en cumplimiento al compromiso adquirido se inició en la primera semana del mes de julio la construcción de la nueva sede de la Institución Educativa Ranchería”.
Según el informe presentado por la empresa generadora de energía, “la construcción de esta escuela se realiza en el marco del convenio suscrito junto a la Alcaldía de Sahagún en el cual las dos entidades cooperan para el desarrollo de un proyecto comunitario”.
Para este caso la Administración Municipal se encargó de adquirir los terrenos y la mencionada empresa asumió los gastos de diseño y construcción de la nueva sede educativa ubicada a varios kilómetros de distancia de la sede inicial.
Las directivas de Isa aclararon que “este proceso se da porque la escuela fue construida en el corredor de servidumbre de una línea de trasmisión de energía de alto voltaje que existe desde hace 35 años, por lo que atendiendo las restricciones actuales del reglamento técnico de instalaciones eléctricas, Retie, se decidió de manera proactiva realizar la reubicación de la misma”.
Las obras están programadas para culminar en siete meses.
