Se trata del patrullero Jarol Arbey Hurtado Quiñónez, que estaba en una estación de Policía de Medellín cuando un supuesto ladrón fue trasladado allá.
La Fiscalía informó que la Policía detuvo “en flagrancia” a Álvaro Mauricio Vargas Marín cuando transportaba en un carro televisores, una barra de sonido y 4 millones de pesos, que presuntamente acababan de robar de una vivienda del barrio Belén, en Medellín.
Al ser trasladado a la estación de Laureles, en la capital antioqueña, Hurtado Quiñonez “habría exigido la suma de 10 millones de pesos a cambio de no judicializarlo y dejarlo en libertad”, dinero que, según el ente acusador, fue entregado una hora después a una mujer que trabajaba en un motel de la zona.
No obstante, aunque el capturado dio la plata, él no quedó en libertad y, por el contrario, lo enviaron a la cárcel de manera preventiva por hurto agravado y cohecho, dijo el ente acusador.
El patrullero de la Policía también fue cobijado con medida de aseguramiento preventivo intramural, mientras que la mujer recibió casa por cárcel por “cómplice”.