En la Policía Metropolitana de Barranquilla se ha desatado una controversia debido a la presunta renuncia masiva de más de 100 uniformados. La causa principal de estas dimisiones sería la reubicación forzosa de los uniformados hacia regiones conflictivas del país, como Cauca, Valle del Cauca y Putumayo, donde se enfrentan a grupos subversivos, incluidas disidencias de las Farc y otros actores armados ilegales.
Diversos medios de comunicación han reportado que estos traslados serían una forma de represalia contra aquellos agentes que no se han adaptado a las directrices de la Metropolitana de Barranquilla (Mebar) o que tienen investigaciones o faltas disciplinarias. Según el testimonio de un uniformado recogido por la revista Semana, los agentes enviados a zonas de alto conflicto se sienten inseguros y preocupados por su integridad.
“Hubo traslados para todas las zonas del país y pues a mí me tocó irme al Cauca porque así fue la directriz que dieron desde acá. Lo que nos dijeron es que era orden nacional hacer estos movimientos y que se ajustaba a la orden de trabajo de la institución. Uno no sabe si va a volver muerto o va a terminar secuestrado, pero es la única opción porque no hay trabajo en esta época. Todo está complicado”, afirmó el uniformado.
La Policía de Barranquilla ha respondido a estas acusaciones señalando que los cambios se deben a políticas de la Policía Nacional que buscan optimizar la distribución del personal en las zonas más conflictivas. En un comunicado dirigido a la opinión pública, la institución explicó que, en los últimos dos meses, alrededor de 100 uniformados fueron trasladados a unidades internas o externas, en un esfuerzo por cumplir con la rotación de personal necesaria para mantener la efectividad operativa en todo el territorio nacional.