Los dos hombres que desde la mañana del miércoles estaban en poder del Gaula de la Policía de Córdoba confesando lo que habría ocurrido con el ganadero y empresario Esteban Urueta y sus trabajadores Fredy Beleño y Gerardo Marzola desde el martes 10 de septiembre, quedaron libres y ahora sí las autoridades los buscan por cielo y tierra.
A las 9:00 de la noche del viernes 13 de septiembre un juez de la República con funciones de control de garantías emitió las órdenes de captura en contra de estos y ya ellos no se encontraban en poder de las autoridades.
Los habrían dejado en libertad minutos antes porque no estaban en calidad de detenidos y al no existir una orden judicial no podían retenerlos por más tiempo.
Carlos Beleño, hijo de Fredy, una de las presuntas víctimas mortales de esta masacre, ya había advertido en la tarde del viernes del riesgo que se estaba corriendo de que quedaran en libertad “Cristian Petro y Juan Soto” al no tener órdenes de captura, por lo que le solicitó en ese momento celeridad a las autoridades en ese aspecto.
De otra parte, las familias de las presuntas víctimas, en especial la del ganadero y empresario sucreño Esteban Rafael Urueta González, le piden a Medicina Legal identificar con celeridad sus restos, los que hallaron en zona rural del municipio de Chimá. Este mismo llamado lo había hecho desde la tarde del viernes el gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara.
