Viernes 13: cuál es su significado y por qué se cree que es un día que trae mala suerte

Viernes 13 o martes 13: qué dice la tradición

Para comenzar, es necesario aclarar que tanto los martes 13 como los viernes 13 son portadores de malos presagios. Ambos son considerados como «días de brujas», la diferencia sólo depende del país en el que se esté.

Así, en Estados Unidos el más temido es el viernes mientras que en Latinoamérica y España lo es el martes. Y otro dato curioso: en Italia, el día de la mala suerte es el viernes 17.

Ahora bien, ¿hay una explicación basada en un hecho puntual o la mala suerte del viernes 13 es solo un mito universal? Veamos.

Viernes 13: por qué es un día de mala suerte

La idea de que el viernes 13 es un día, cuanto menos, desafortunado tiene sus raíces en un hecho histórico fundamental que tuvo lugar el viernes 13 de octubre de 1307, en la época de templarios.

Aquel día, la Santa Inquisición capturó y arrestó a la orden de los caballeros templarios en París. Fue una gran masacre, en la que se quemó en la hoguera a todos los templarios.

La literatura y el cine también aportaron su granito de arena para sumar «terror» a este día.

Allá por los años ’80, el director norteamericano Sean Cunningham aprovechó el miedo de los supersticiosos para crear Friday the 13th («Viernes 13»), el famosísimo film de terror en el que el pequeño Jason muere ahogado y produce una serie de crímenes.

La película -de culto para fanáticos del séptimo arte- se estrenó el viernes 13 de junio de 1980 y convirtió a Jason Voorhees en uno de los personajes de terror más famosos. El film se inspiró en el libro Viernes, el XIII, ​que fue publicado por Thomas Lawson en 1907.

Viernes 13: cuál es el significado del número 13

Por un lado, se dice que el significado negativo del número 13 surgió en épocas recientes, sin embargo, a su mala fama la podemos encontrar ya en la antigüedad.

Los babilonios designaban su decimotercer mes de los años bisiestos como “cuervo de mala suerte”, y los chinos lo llamaban “señor calamitoso”.

En la Biblia, el fin del mundo comienza en el 13° capítulo del Apocalipsis. El 13 también se refiere a Judas, que era el decimotercer participante de la última cena y, por consiguiente, el número indica la muerte de Cristo (y de todos). El viernes 13 es especialmente desafortunado porque Cristo murió un viernes.

En un lugar totalmente distante como en Escandinavia también existe una tradición parecida: según la antigua mitología, el dios Baldur fue muerto de un flechazo mientras los 12 grandes Dioses se hallaban sentados a la mesa. Él estaba invitado a la cena y no pudo llegar.

Otros creen que la caída de la Torre de Babel se produjo un 13, por eso, también se lo asocia con todo tipo de destrucción.

La mala fama del 13 puede también tener que ver con la carta del Tarot que lleva ese número. A esta carta, se la llama El Arcano XIII y su lámina no lleva más que el número, no va escrita la palabra muerte, simplemente para no nombrar ni ver ese vocablo.

Ella está representada por un esqueleto, que lleva una guadaña en su mano izquierda con la que va cortando cabezas y hierbas.

En un sentido simbólico, 13 es desafortunado porque nos lleva más allá del 12 que es considerado una especie de número “perfecto”, simboliza el zodiaco y, por ende, al Universo. El 13 arruina la perfección del 12 porque significa una nueva creación.

En este sentido, doce son los signos del zodiaco por los que transita el Sol en un año y 13 los signos que transita la Luna.

El numero 13 está asociado con el ciclo lunar, que en nuestra cultura patriarcal es subestimado. Así que, negativamente, podemos ver que el 13 es un símbolo de la feminidad transgredida por tanta racionalidad y tanta masculinidad.

En el calendario lunar anual, es en el último mes, el 13°, cuando se produce la muerte del Sol, el solsticio de invierno. En culturas que defienden la idea de un proceso cíclico de vida en el que continuamente se nace y se muere, no supone ningún problema que el sol muera, pues en los días subsiguientes volverá a renacer.

Sin embargo, en las culturas patriarcales en las que se tiene un concepto lineal del tiempo, defendiendo la idea de que existen un principio y un final definitivo, ese final puede vivirse de una forma más terrible.

Además, en esas culturas patriarcales que anteponen el principio de un Sol “constante” a la existencia de una Luna más variable, la “muerte” aparente del eje central de sus vidas, supondría una catástrofe.