Los alimentos fritos dañan tu cerebro
Cuando cocinamos, el aceite vegetal se convierte en otra forma de grasas, llamadas saturadas, que ayudan al colesterol a ubicarse en las arterias. Una vez fritos, los alimentos destruyen lentamente las células nerviosas del cerebro, deteriorando nuestra capacidad para aprender y para formar nuevos recuerdos. Obviamente hay aceites más peligrosos que otros. El de girasol es uno de los más tóxicos para nuestro organismo.
El azúcar añadido daña tu cerebro
El consumo a largo plazo de azúcar puede causarnos una gran cantidad de problemas neurológicos y afectar a la memoria, reduciendo nuestra capacidad de aprender.
La comida rápida daña tu cerebro
La comida rápida o fast food ha demostrado provocar cambios en la química de nuestro cerebro, provocando síntomas similares a la abstinencia, entre ellos ansiedad y depresión. La comida rápida también afecta la producción de dopamina, hormona que también participa en la función cognitiva, concretamente en la capacidad de aprendizaje, la motivación y la memoria. Así, abusar de la comida rápida (más de 3 o 4 veces a la semana) no solo puede causar obesidad o problemas del corazón, sino también dañar tu cerebro.
Los alimentos procesados dañan tu cerebro
Los alimentos procesados químicamente están repletos de altos niveles de azúcar, fructosa, sodio, aceites parcialmente hidrogenados (conocidos como grasas trans). “Los alimentos procesados y los alimentos que son hiper-alergénicos pueden dañar la salud del cerebro”, según el especialista en nutrición deportiva Brandon Mentore. De hecho, la comida procesada o precocinada afecta el sistema nervioso central y eleva el riesgo de desarrollar un trastorno neurodegenerativo como la enfermedad de Alzheimer. No se trata de eliminarlos por completo de nuestra dieta ya que no es nada malo comer este tipo de alimentos pero lo que sí debemos evitar es comerlos a menudo o comer cantidades excesivas si queremos mantener un cerebro sano y fuerte.
Las grasas trans dañan tu cerebro
La revista Neurology publicó un estudio cuyas conclusiones demostraban que una alta ingesta de grasas trans (presentes las patatas fritas, por ejemplo) está vinculado a la contracción del cerebro. Según el nutricionista Tori Holthaus “las dietas altas en grasas trans aumentan el beta-amiloide en el cerebro, que se asocia con la enfermedad de Alzheimer”. Y es que las grasas trans no solo son perjudiciales para el corazón o el sobrepeso, sino también para nuestro órgano pensante.
La cafeína daña tu cerebro
Si bien es cierto que la cafeína ayuda al cerebro a estar en estado de alerta, también aporta un lado negativo. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos afirma que 600 miligramos de cafeína al día pueden provocar dolores de cabeza, elevar la ansiedad y los trastornos relativos al sueño. Una ingesta exagerada de cafeína puede causar confusión, alucinaciones y, en última instancia, la muerte.
La fructosa daña tu cerebro
El sustituto del azúcar, la fructosa, el jarabe de maíz de alta fructosa, obstaculiza el funcionamiento de las células del cerebro y cómo estas almacenan la energía necesaria para procesar tanto el aprendizaje como los pensamientos. Este componente reduce así nuestra capacidad para capacidad aprender y para recordar información, según una investigación publicada en The Journal of Physiology.
La sal daña tu cerebro
Así de sencillo. El exceso de sal afecta a tu inteligencia, ya que los alimentos salados tienen un eco negativo en nuestra salud cardíaca y nuestra presión arterial pero también en nuestro cerebro, ya que perjudican nuestra capacidad para pensar.
Los edulcorantes artificiales dañan tu cerebro
Los componentes presentes en los edulcorantes artificiales, si se toman durante mucho tiempo, pueden provocar daños cerebrales y problemas con la capacidad cognitiva. A pesar de que aportan muchas menos calorías que el azúcar, a largo plazo las consecuencias son mucho más negativas.