La tarde del sábado en Arévalo (Ávila), España, estuvo marcada por la espantosa cornada que le arrancó parte del cuero cabelludo al torero Miguel Ángel Perera.
Una imagen escalofriante, que pone los pelos de punta,por el hecho de ver al torero con un colgajo de piel y pelo desprendido totalmente de la parte derecha de la cabeza.
Sin embargo, todo quedó en un susto. La herida, muy impactante, no revistió mayor gravedad que unos cuantos puntos de sutura.
«Estoy muy bien y quiero tranquilizar a todo el mundo ya que mi estado tras el percance es favorable», señaló Padilla luego del accidente.
El torero le relató al medio ABC de España que era consciente de lo que le podía ocurrir y que gracias al equipo médico que lo atendió pudo salir bien librado.