Como dicen los expertos en la tauromaquia de las corralejas populares de la región Caribe; “aquel que no sepa del arte de lidiar un toro que mejor no ingrese a una corraleja, porque puede ser víctima de dos cosas; la primera es que puede quedar sufriendo por una cornada toda su vida, y la segunda que un toro lo mate”. Y lo segundo fue lo que le sucedió a un ‘pato’, como les llaman a las personas que ingresan a las corralejas para molestar a los animales utilizando objetos como paraguas, palos entre otros.
En la tarde del sábado un hombre oriundo de San Cayetano, Bolívar, llegó a la corraleja de San Pedro Consolado, en jurisdicción del municipio de San Juan Nepomuceno para asistir a la corraleja que se realiza en esa región de Bolívar.
Carlos José Martínez Valdez de 32 años, ingresó al redondel con la intención de ver más de cerca la torada de la tarde, sin pensar que ese sería su último día con vida en este mundo, porque estaba a punto de ser embestido por uno de los animales con el que los expertos realizaban la faena.
De un momento a otro el pesado animal se le fue encima logrando alcanzarlo para clavarle uno de sus filosos cuernos o ‘cachos’ como popularmente son llamadas las astas de este bravo animal en el tórax, lo que le produjo graves lesiones internas que lo llevaron a la muerte mientras recibía atención médica.
Dicen quienes vieron la embestida del animal, que Martínez Valdez no tuvo tiempo de nada, porque el toro fue más rápido que él, propinándole la salvaje cornada.
Otra persona oriunda de El Guamo, identificada como Carlos García corrió mejor suerte al sufrir heridas menos complicada, quien recibe atención médica en un centro asistencial.