En la tarde del viernes 7 de junio se reportaron dos actos terroristas en diferentes puntos del suroccidente colombiano que tienen nuevamente en vilo la seguridad en esa zona del país.
El primero en presentarse fue la explosión de un carro bomba en Robles (Jamundí) hacia las 4:30 p.m, a pocos metros de la subestación de Policía del corregimiento. De acuerdo con versiones preliminares, el atentado no dejó personas heridas.
De otro lado, alrededor de las 5:10 p.m, ocurrió la detonación de artefactos explosivos que habrían sido lanzados desde tres drones y una rampla ubicados en una volqueta, en contra de la estación de Policía de Popayán.
“ (…) uno podría pensar de dónde viene este tipo de ataques. El Gobierno nacional no creyó en la voluntad de paz de estas organizaciones, evidentemente rompió el cese al fuego. Tendremos que realizar acciones mucho más contundentes en materia militar y policial, porque cuando se le declara la guerra a un Estado y a una sociedad, el Gobierno tiene el deber de enfrentar esa guerra”, expresó el ministro del interior, Luis Fernando Velasco.
El jefe de cartera agregó que la fuerza pública está por determinar dichas acciones, con las que se esperan “más resultados”.