Miguel Polo Polo es victima de ataque racista en Bogotá

La discriminación racial en Colombia parece ser un tema de no acabar. Los ataques contra la población afrocolombiana persisten y, aunque muchos rechazan estos actos, aún hay quienes siguen insultando y menospreciando a otras personas por su condición racial o étnica. No obstante, esta situación se recrudece aún más cuando estos ataques son en contra de figuras públicas como los políticos.

En las últimas horas, se registró un nuevo caso de ataque racista. En esta ocasión fue en contra del representante a la cámara Miguel Polo Polo.

Un video, grabado a la salida del Congreso de la República, muestra cómo un hombre va caminando junto al congresista mientras le grita insultos como: “cada vez más blanquito”, “mascota”, “reina”, “basura inmunda”.

El hombre que insultó a Polo Polo es un activista de izquierda conocido como Milton Fabiani quien se ha hecho popular por cuestionar a políticos de derecha.

En las imágenes captadas por Fabiani se puede evidenciar cómo, a pesar de que miembros de seguridad de Miguel Polo Polo buscan evitar dicho momento, el hombre se expresa y continúa grabando: “Me acabo de encontrar al representante. ¿Por qué me movés?”, se queja mientras intentan alejarlo.

Y el hombre insiste con los insultos: “Cada vez está más blanco, vea… cuánto le valió la operación, no le da pena con la comunidad indígena y negra. Cada vez más blanco ese ‘popo popo’”.

En ese momento el esquema de seguridad del congresista interfiere en la grabación, a lo que él responde: “me va a robar el celular, no sea abusivo. Ladrón, ese es el ejercicio y los derechos que usted respeta. Vea la vergüenza de los indígenas y de los negros. La mascota de Polo Polo y la basura, no le da pena. Cada vez más blanco y representa a la comunidad indígena”.

El sujeto siguió a Polo Polo un par de cuadras más, mientras le gritaba que era una vergüenza para las comunidades afro e indígenas del país. Todo concluyó cuando el representante de la cámara entró a un restaurante del sector y sus guardaespaldas se quedaron en la puerta para impedir que el agresor lo siguiera.