Pasó de hacer tamales y vender buñuelos a ser Miss Universo

A sus 23 años, Sheynnis Alondra Palacios Cornejo se coronó como la nueva Miss Universo, llenando de orgullo a su país y a quienes la acompañaron en el camino. Más allá de su encanto y su imponente estatura de 1,80 m, la nicaragüense lleva a sus espaldas una historia de resiliencia y superación.

Alondra creció sin las comodidades de una vida privilegiada y sin la compañía de su padre, viviendo con su notable ausencia. Por lo que la falta de recursos llevó a su madre a emprender un negocio de buñuelos, tamales y dulces típicos de su país. La meta era solventar los gastos familiares mediante este esfuerzo emprendedor.

Así fue como Palacios adquirió la habilidad de cocinar diversos platillos típicos de Nicaragua, una destreza que compartió en sus redes sociales hace varios años. Ahora, coronada como la mujer más bella del mundo, expresó su agradecimiento frente a miles de personas.

A la edad de 23 años, Sheynnis cuenta con un título en Comunicación Social y trabaja en la revista matinal ‘Al Día’. Además de esto, la joven ha emprendido su propio proyecto con el objetivo de destacar los problemas de salud mental. A través de su podcast titulado ‘Entiende tu mente’, Sheynnis comparte abiertamente su prolongada batalla contra la ansiedad.

 

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