Una nueva polémica se desató en las últimas horas por la utilización del antiguo avión presidencial, el 002, por parte de la primera dama de la Nación, María Juliana Ruiz, para la celebración del cumpleaños de una de sus hijas.
El caso ocurrió el pasado viernes 7 de febrero. Según se conoció, la esposa del presidente se transportó en compañía de sus hijos y unos amigos de los pequeños hacia el parque Panaca, en el Eje Cafetero, donde se celebró el cumpleaños de su hija.
De acuerdo con el manifiesto del vuelo, el avión en el que se trasladaron fue el Foker 002 y el vuelo se realizó sobre las 11: 40 de la mañana desde el aeropuerto de Catam, en Bogotá, hacia Armenia.
A bordo viajaron 23 personas, entre ellos los tres hijos del presidente Iván Duque, la primera dama de la Nación, María Juliana Ruiz, la mamá de la primera dama y el esquema de seguridad.
Sin embargo, se ha generado polémica por la presencia de siete personas más quienes son identificadas como «invitados especiales», que corresponderían a cuatro menores, al parecer amigos de la hija del presidente Duque y sus mamás, quienes habrían participado de la celebración.
El hecho ha generado críticas desde algunos sectores quienes lo han calificado como polémico e, incluso, señalan que si bien no es ilegal, podrían estar faltando a la ética al utilizar un vehículo público para el transporte de privados.
Frente a la polémica, desde Casa de Nariño se indicó que «por seguridad la Primera Dama, los hijos del Presidente y la vicepresidenta de la República, no pueden movilizarse en aviones comerciales«.
Además, explican que los protocolos para este tipo de hechos están establecidos a través del Decreto 0672 de 2017, en el que se detallan los manejos para la seguridad de la familia presidencial.
«Coordinar con las fuerzas militares los requerimientos necesarios para garantizar seguridad del señor presidente de la República, el vicepresidente, sus familias y comitivas oficiales en actividades en las que ellos participen», dice el Artículo 24 del decreto.
Por otro lado, desde Palacio se ha defendido el actuar de la Primera Dama señalando que no corresponde a «excesos» y aclaran que si bien la movilidad es responsabilidad de la FAC, el costo de la fiesta, hospedaje y demás corrió por cuenta de la familia.
Fuentes de la oficina de prensa de la Primera Dama señalaron además que en el transcurso del día se daría un pronunciamiento sobre lo sucedido y que ha creado controversia