La Base Militar de Coveñas está bajo escrutinio tras la muerte de tres jóvenes infantes de marina en circunstancias aún no esclarecidas. Desde mayo hasta principios de junio, estos jóvenes han fallecido tras presentar síntomas de una presunta enfermedad respiratoria, generando preocupación y exigencias de respuestas claras por parte de sus familiares.
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El primer incidente ocurrió el 18 de mayo cuando Andrés Felipe Moreno Pardo, de 19 años, originario de Bordó, Cauca, presentó dificultades respiratorias. Inicialmente fue atendido en el área de sanidad de la base y luego trasladado al hospital San Vicente de Paul de Lorica, donde falleció. La base militar activó un protocolo de seguimiento en salud pública para evitar la propagación de la enfermedad respiratoria.
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El 2 de junio, otro joven, Brayan Felipe Melo Ospina, también de 19 años y oriundo de Mariquita, Tolima, ingresó al hospital de Lorica con síntomas similares. A pesar de los esfuerzos médicos, falleció en la unidad de cuidados intensivos. Melo Ospina había llegado a la base el 22 de abril con el sueño de seguir una carrera naval, un sueño truncado por su inesperada y trágica muerte.
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El 3 de junio, Roberto Puentes Acosta, de 19 años, natural de Pinto, Magdalena, falleció tras ser remitido al hospital San Vicente de Paul de Lorica. Sus familiares reportaron que el joven había manifestado un intenso dolor de cabeza y síntomas de gripe. Inicialmente, se les informó que podría tratarse de meningitis infecciosa, pero luego el diagnóstico cambió a COVID-19, lo que añadió más confusión y angustia.
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Los familiares de los fallecidos han expresado su indignación y dolor, denunciando que no recibieron información adecuada sobre el estado de salud de sus hijos hasta que ya estaban en la unidad de cuidados intensivos. Exigen una investigación exhaustiva para determinar la causa exacta de las muertes y si hubo negligencia en el tratamiento de los jóvenes.
