La dexametasona, un fármaco barato y de fácil acceso en todo el mundo, puede ayudar a salvar vidas de pacientes graves de coronavirus, según un estudio de la Universidad de Oxford divulgado este martes, que ha calificado el hallazgo como “un gran avance”.
Los investigadores, que contaron con la colaboración del Servicio Nacional de Salud británico (NHS), suministraron la droga a más de 2.000 pacientes gravemente enfermos, con resultados alentadores: según los resultados preliminares, un tratamiento a dosis bajas del fármaco redujo las muertes en un 35% entre los que respiraban con la ayuda de un ventilador, y en una quinta parte en otros pacientes que solo recibían oxígeno.
La dexametasona, que se utiliza normalmente para tratar diversas reacciones alérgicas, así como la artritis reumatoide y el asma, es un antiinflamatorio, y se está empleando en el considerado mayor ensayo clínico del mundo, donde se experimenta con tratamientos existentes para otros males con el objetivo de ver si también funcionan para combatir el coronavirus.
“Este es el único fármaco hasta la fecha que ha mostrado que reduce la mortalidad y la reduce de manera significativa. Es un gran avance”, ha afirmado el investigador principal del estudio, Peter Horby, que también es profesor en el Departamento de Medicina de la Universidad de Oxford.
“La dexametasona es barata, está en la estantería, y puede ser usada inmediatamente para salvar vidas en todo el mundo”, agregó el experto. Según estimaciones de los investigadores, si ese fármaco hubiera estado disponible en este país desde el principio de la pandemia, se habrían podido salvar hasta 5.000 vidas.
Además, debido a su bajo coste, consideran que podría ser muy beneficioso en países pobres con un gran número de enfermos coronavirus.