Lo que al parecer sería una incursión armada por parte de integrantes del Clan del Golfo en contra de campesinos de la vereda Santa Rosa, zona rural de Puerto Libertador en el sur de Córdoba, fue evitado por tropas del Ejército la noche de ayer lunes.
Así lo dio a conocer el comandante de la Séptima División general Juan Carlos Ramírez, tras señalar que hombres bajo su mando sostuvieron contacto armado con los miembros del grupo ilegal cuando se dirigían hacia la población.
«Según se pudo establecer, el clan del golfo, culpable de las amenazas e intimidaciones ocurridas contra los habitantes de esta región en los últimos días, se dirigía a este punto con el objetivo de perpetrar una acción terrorista contra los campesinos, pero gracias a la rápida y oportuna reacción del Ejército Nacional se pudo neutralizar», dijo Ramírez.
El contacto armado se produjo a pocos kilómetros del corregimiento Juan José, donde permanecen en un albergue improvisado más de dos mil desplazados que huyeron de sus viviendas desde marzo pasado por las amenazas de los grupos armados que se disputan el control del territorio entre Córdoba y Antioquia.
Aunque no reportó bajas, capturas ni incautación de material bélico, el general Ramírez indicó que el choque entre militares y clan del golfo se produjo gracias a la información oportuna de pobladores que se percataron de las intenciones de los ilegales.
«Estas operaciones y la ubicación de las tropas se dan gracias a la participación de la población civil. Sin esta información el Ejército no tiene ojos ni puede ser más proactivo y más ofensivo», concluyó el oficial.
La tensa situación que viven los pobladores del sur de Córdoba obligó al Ejército a reforzar las operaciones militares que desarrolla a través de la Fuerza de Tarea Aquiles. En las últimas horas nuevas tropas llegaron a la zona con el fin de mejorar las condiciones de seguridad para garantizar el retorno de miles de desplazados que huyen por temor a ser asesinados en sus viviendas, caer en campos minados o morir en el fuego cruzado entre los bandos en disputa.
Nuevos desplazamientos
Desde el domingo pasado se inició un nuevo éxodo de campesinos e indígenas Embera Katíos por cuenta de las amenazas. Esta vez la concentración de desarraigados se realiza en una vereda de Tierralta, también en el sur de Córdoba, en límites con Puerto Libertador escenario de la actual problemática de desplazados.
De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, al menos 589 personas que integran 143 familias y entre las que se encuentran 356 menores de edad, salieron forzosamente de sus comunidades por los enfrentamientos armados.
Según un comunicado de las Naciones Unidas, «143 familias se desplazaron hacia el centro poblado de la comunidad de Simbra, perteneciente al Resguardo Indígena Embera Katío del Alto Sinú”.
La información detalla que el resguardo está ubicado en la cuenca del río Verde, en Tierralta, municipio donde históricamente han delinquido diversos grupos armados ilegales, desde guerrillas, paramilitares y las llamadas bandas criminales.
«Del total de personas en situación de desplazamiento, 27 familias sufrieron la mayor afectación por su cercanía al lugar donde se registraron los combates entre las Fuerzas Militares y un grupo armado organizado (GAO) no identificado; las 116 familias restantes también se desplazaron a este lugar, por el temor a las hostilidades registradas en la zona, y por solidaridad con la población desplazada de la vereda con mayo afectación», concluyó el comunicado de la ONU.
EL TIEMPO