A raíz de la pandemia por el COVID-19 ha resonado mucho el término de “inmunidad de rebaño” o inmunidad colectiva, que implica un contagio masivo de personas para que desarrollen anticuerpos y así impedir que la enfermedad se propague más.
En Suecia por ejemplo, se calculaba que alrededor del 40% de los residentes de Estocolmo desarrollarían inmunidad ante el nuevo coronavirus para el final del mayo. Sin embargo, estudios realizados en otros países indican que hasta ahora ninguno ha logrado alcanzar ese porcentaje de inmunidad.
En España, el 5% de las personas se ha contagiado mientras que en Francia, solo un 4.4% de la población. Esto dista mucho del 60% de contagios que los epidemiólogos creen necesario para que pueda existir la inmunidad de rebaño.
Lo que echa atrás el argumento que utilizaba el gobierno sueco para no implementar las drásticas medidas de confinamiento que se aplicaron en otros países europeos.
En la nación escandinava no cerraron los colegios, solamente las universidades. Los locales de ocio igualmente permanecieron abiertos. Actividades que se prohibían en el resto de Europa, aquí solamente eran recomendaciones que una parte de la población siguió.
Incluso el modelo del país era tomado como ejemplo para otros.
El principal asesor científico del gobierno sueco, Anders Tegnell, se ha dado cuenta que sus previsiones de que habría una inmunidad del 40% antes de la segunda oleada de otoño, no ocurrirán.
Según Tegnell, se decidió adoptar esta estrategia porque era con una visión a “largo plazo”. “Una vez que entras en un confinamiento, es difícil salir de él”, indicó Tegnell en una conferencia de prensa.
Hasta ahora en el país hay más de 30 mil contagios y 3,698 muertes, una cifra más elevada que la de sus vecinos de Dinamarca, Noruega y Finlandia, quienes sí impusieron medidas de confinamiento.
Enfoque erróneo
El doctor Michael J. Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS advirtió que la idea de la inmunidad de rebaño “es un cálculo realmente peligroso”.
Ryan dijo que se debe ser muy cuidadoso cuando se habla de un número elevado de infecciones para alcanzar la inmunidad colectiva, ya que se podría caer en políticas “brutales” que no le dan importancia suficiente a la vida de las personas.
Del mismo modo especialistas de la Universidad Johns Hopkins han dicho que consideran este enfoque como “erróneo”.
Con información de El Diario y El Economista.