Sin luz, agua, incomunicados, los venezolanos cumplen este domingo cuatro días de un apagón sin precedentes que ya dejó 15 pacientes muertos y amenaza con prolongarse indefinidamente, aumentando las angustias que padecen por la severa crisis política y económica que golpea al país petrolero.
La suspensión masiva del servicio eléctrico, la peor registrada en este país, comenzó este jueves a las 4:00 pm, tomando ribetes dramáticos: los fallecidos son enfermos renales que no pudieron recibir diálisis, según la ONG Codevida.
Los hospitales que tienen generadores de energía los usan para emergencias. «Esto ha sido horrible. Todo oscuro. Solo funcionan algunas áreas con una planta eléctrica que llevaron porque la del hospital no funcionó», dijo a AFP Sol Dos Santos, de 22 años, quien tiene a su niña hospitalizada en Caracas.