Contratistas del ICBF pasan niños fantasmas y 15.000 muertos para apoderarse de 2000 millones de pesos

El suministro de canastas alimentarias destinadas a niños y niñas entre 0 a 6 años, como ayuda para familias de escasos recursos afectadas por el aislamiento general obligatorio vivido en el país durante los meses de marzo a agosto de 2020, conoció un nuevo caso de corrupción revelado por la Contraloría General de la Nación, que estableció una alerta por desvío de dichas ayudas a individuos fallecidos o que fingieron ser acudientes de menores en distintas zonas del país, entre otras situaciones.

En total fueron 69 alertas en el territorio nacional durante el tiempo del primer pico de la pandemia.

Las entregas fueron hechas por contratistas de Instituto Colombiano de Bienestar Familiar a madres comunitarias e instituciones prestadoras de servicios, y su objetivo era proveer alimentación para niños y niñas de 0 a 6 años, a través de planillas gestionadas a mano, que fueron, con posterioridad, base de la investigación que permitió a la entidad establecer la alerta.

Comen los muertos

De acuerdo con la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata de la Contraloría (DIARI), uno de los descubrimientos fue encontrar que 15.580 acudientes del programa están reportados como fallecidos por la Registraduría.

En Chocó, donde fueron entregadas 37 canastas alimentarias, 16 menores de edad las recibieron, y también están reportados como fallecidos por la entidad.

En Nariño, se presentó el mismo caso con 2 menores fallecidos.

Familias numerosas y repartidas en municipios del país

Otro caso fue el de acudientes que llenaron planilalas por más de 150 menores en distintas regiones de Colombia.

Por ejemplo: en Chimichagua, Cesar, una beneficiaria recibió canastas alimentarias para 172 de sus “hijos”, y posteriormente gestionó otras más para los municipios de Fundación, Magdalena y Buenaventura.

Otro caso: el del tío “político” de 134 menores de edad, que recibió la totalidad de las raciones, sin distribuirlas a sus “sobrinos”.