Eso es lo único que le ha dicho a las autoridades Sebastián Mieles Betín, señalado de la violación y asesinato de la pequeña Salomé en Garzón. El individuo es de San Pedro, Sucre, y fue visto acechando a varias menores de la región. Permanece detenido en Neiva.
El ‘Monstruo’ llegó al Huila, a través de una empresa contratista de obras civiles que adelantaba una obra cerca a Puerto Alegría, zona rural de Garzón y donde se presentó el horrible episodio que dividió en dos la vida de la familia Segura Vega.
Jamás nadie imaginó que ese hombre amable, y trabajador se convertiría en el verdugo de la pequeña Salomé, quien con su inocencia cautivó el corazón de los habitantes de la región quienes hoy reprochan lo sucedido.
En el pueblo de donde es oriundo este hombre, hay “vergüenza” por lo ocurrido, y habitantes de esta zona del país acudieron a las redes sociales para “enviar mensajes no solo de rechazo, sino expresando oprobio contra el conciudadano”.
El perfil de un asesino
Sebastián Mieles Betín, quien prestó el servicio militar en el año 2015 y tiene una hija de la misma edad de la pequeña víctima, llegó a la zona los primeros días del mes de enero del 2020, cuando inició como obrero en una interventoría que se realizaría en la vereda; sin embargo el trabajo se detuvo, y pese a que muchos de los trabajadores que en su mayoría eran foráneos se marcharon, él se quedó, se ganó la confianza de la población y hasta hace pocos días vivía en la misma vivienda de su víctima.
En el municipio de San Pedro, el indiciado vivía con su madre en una finca ubicada en el sector de Palo Quemao, y es el mayor de tres hermanos.
El agresor una vez se quedó sin trabajo, se ganó la confianza de la familia Segura Vega, quienes son propietarios de un pequeño supermercado en la zona, y ofreciéndose como ‘mandadero’ a cambio de dinero o comida, inició un vínculo cercano con los padres de Salomé.
Mieles Betín, de 27 años de edad, los últimos días de estadía en la casa de la familia, se mostró atento, respetuoso, todo lo contrario al monstruo que se convirtió la noche del 29 de junio, cuando raptó del seno de su hogar a la pequeña de 4 años y la hizo suya, con el inimaginable cosas obscenas que le realizó.
Este desalmado hombre no tiene antecedentes penales, su pasado pocos lo conocen, pero de acuerdo al perfil que las autoridades han venido desarrollando, su actitud poco evidente, demuestra un lobo vestido de oveja, que teniendo clara su ‘presa’ espera la oportunidad para acecharla.
Dentro de las investigaciones, basadas en testimonios de terceros, pues hasta el momento el implicado no ha hablado, se conoció que muy posiblemente la víctima no iba a ser la pequeña Salomé, sino su hermanita mayor de 14 años, quien era aún más atractiva ante los ojos de ‘El Costeño’.
De acuerdo a los exámenes practicados a este sujeto el día de los hechos, se logró confirmar, que no actuó bajo los efectos de ninguna sustancia alucinógena, simplemente el estado de enajenación en el que se encontraba producto del desmedido consumo de alcohol.
Así mismo se conoció que dentro de los días que se presentó la agresión sexual a la menor, su esposa y madre de la pequeña niña S.V.M. al parecer llegaría al lugar a pasar unos días con él, sin embargo por cosas del destino el viaje no se dio y por el contrario el hombre, al caer la noche manifestaba a la familia Segura Vega, su cansancio, por lo que amablemente ellos le ofrecían donde dormir. Así pasaron varios días hasta el 29 de junio.
El hombre trabajó como albañil, al termina su servicio militar, alquiló una motocicleta para hacer las veces de mototaxista y así entre otros trabajos no formales para ganarse la vida. Al Huila llegó recomendado por un allegado que le habló del trabajo huilense, y así se enganchó.
Una vez detenido, ‘La bestia’ como también llaman a este sujeto, fue protegido por las autoridades ante el temor de que fuera asesinado por la comunidad; a tal punto que el día 4 de julio que se conoció el deceso de la pequeña Salomé, Sebastián Mieles Betín, fue trasladado de la Estación de Policía en el municipio de Garzón, hasta la ciudad de Neiva, bajo el silencio de dos camionetas de la Sijin, que llegaron y rápidamente y sin despertar sospecha sacaron al individuo, con el fin de despistar y evitar que la comunidad se diera cuenta. Ahora, permanece en una celda, en la ciudad de Neiva, custodiado y alejado, a la espera de que pase la pandemia y pueda ser trasladado a una cárcel.