La carrera por convertirse en el delator estrella de la corrupción con el botín de Fonade la va ganando Jorge Iván Henao Ordóñez. A diferencia de quienes fueron sus jefes políticos, los caciques de Córdoba Bernardo Miguel Elías y Musa Besaile, que cayeron presos y no han podido concretar una negociación, a Henao la justicia lo envió para su casa. El exasesor logrará una rebaja sustancial por la aceptación de un buen paquete de delitos -concierto para delinquir, cohecho propio e interés debido en la celebración de contratos-, pero con todo lo que tiene por contar se la está jugando por la inmunidad total.
A sus 39 años, Henao Ordóñez fue secretario de obras públicas de la alcaldía de Sahagún en 2011, durante la administración de Carlos Alberto Elías Hoyos, primo del Ñoño Elías. Fue gerente del Área de Desarrollo Territorial de Fonade, en la época en la que Alfredo Bula Dumar fue director. También fue asesor de la dirección de Ariel Alfonso Aduen en Fonade. Según la Fiscalía, era quien tenía el poder de maniobrar, desde adentro de Fonade, el destino de los contratos.
Fonade terminó convertida en una de las entidades desde las cuales se manejó de manera más irregular lo que se denominó como mermelada. Se trataba de contratos millonarios que realmente tenían como fin distribuir recursos del Estado en los políticos locales y en algunos casos financiar campañas políticas. Desde el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo, la Fiscalía capturó a siete personas a finales de julio, entre contratistas, intermediarios y funcionarios de la entidad.
En ese operativo, el gran ausente fue Henao. El exasesor se tardó más de un mes planeando una estrategia jurídica y consultando reputados bufetes de abogados para que le allanaran el camino de una negociación. Al final, se entregó a la Fiscalía el 21 de agosto y admitió los cargos que le imputaron por la forma en que se contrató una interventoría por 16.000 millones de pesos para vigilar proyectos de vivienda de interés social en todo el país.
Uno de estos casos tiene que ver con la adjudicación al Consorcio Interviviendas, en el cual intervino Henao. Según la Fiscalía, él era el enlace más cercano a los congresistas Eduardo José Tous y Musa Besaile, además del puente directo con «Torre Negra», un alias que usan para referirse a un alto directivo de Fonade. En el caso de Interviviendas, Henao aceptó cargos por filtrar información reservada, coordinar reuniones, facilitar los contactos, intervenir en el comité evaluador para allanarle el camino a la propuesta.
«No se preocupe porque usted está hablado con el que manda a aquí», se le escucha decir en una llamada telefónica, en donde da instrucciones de pasos a seguir para entregar la propuesta a Fonade. Pero este es apenas el comienzo de un largo historial de casos de corrupción que Henao se ha comprometido a entregarle a la Fiscalía. Desde su posición habría dirigido las contrataciones en proyectos de la Uspec, el Sena, el Ministerio de las Tic, el DPS y la Esap. Por lo menos un puñado de nuevos nombres de congresistas están en su matriz de colaboración.
Este miércoles se llevó a cabo su primera diligencia en el búnker de la Fiscalía. Como lo había prometido, Henao prendió el ‘ventilador‘ para entregar detalles de dos convenios interadministrativos con la Esap que tendrían irregularidades. El exasesor de Fonade entregó soportes financieros, correos electrónicos y detalles de un viaje a Medellín, en donde se habría cerrado una negociación ilegal, como pruebas de su versión. Este viernes, la Fiscalía lo citó a una nueva diligencia en donde habló de lo ocurrido en el Sena y la semana entrante destapará su versión de la corrupción en la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec).
Por el contrato de Interviviendas, la Fiscalía compulsó copias para que la Corte Suprema de Justicia investigue a Musa Besaile y a José Tous de la Ossa por estos hechos. En el caso de Besaile, el alto tribunal tiene en el congelador una negociación con el exsenador que tiene casi nulas sus posibilidades de prosperar.
En el caso de Tous de la Ossa, quien se quemó en la contienda electoral para el nuevo Congreso, este escándalo se le acumula a otros en los que ha logrado pasar de agache, por ahora. Él es uno de los protagonistas de la famosa selfi en la que aparece al lado de Otto Bula y del Ñoño Elías, durante un partido de fútbol en Barcelona. El viaje lo realizaron cuando al parecer estaban consiguiendo un socio para que el Consorcio Navelena SAS (del que hacía parte Odebrecht) pudiera ceder el contrato de recuperación del río Magdalena. Una vez estalló el escándalo de corrupción los bancos les dieron la espalda y no pudieron lograr el cierre financiero de la obra. Por esta razón, perdieron la millonaria obra.
Tomado de la Revista SEMANA