La Fiscalía la acusó de ser la cabeza de una empresa criminal que habría comprado votos en el Atlántico. La Corte Suprema de Justicia confirmó en el fallo esta teoría y la sentenció por los delitos de concierto para delinquir y compra de votos.
La excongresista Aída Merlano pasó de ser una poderosa baronesa electoral del Atlántico, la que logró unir a las casas políticas de los Gerlein y los Char, a la protagonista de una empresa criminal que ahora deberá pagar 15 años de cárcel por corrupción electoral. Así lo definió la Corte Suprema de Justicia en el fallo en la que encontró culpable de los delitos de concierto para delinquir y compra de votos.
La Fiscalía la acusó de haberse gastado más de $6.000 millones para conseguir su elección el 11 de marzo de 2018, cuando alcanzó 73.250 votos. Dentro de la investigación, las autoridades encontraron en su sede de campaña $261 millones en efectivo y una bolsa llena de certificados electorales. También hallaron armas de fuego. En este caso, el testigo Francisco Valencia fue clave en las tareas de recolectar pruebas y avanzar en el proceso.