Soldado hallado muerto había denunciado acoso al interior del Ejército

Fue trasladado a Santa Marta el cuerpo del cabo tercero Francisco José Pardo Olivero, quien se quitó la vida en una unidad militar de Facatativá, Cundinamarca.

 

Trasladaron a Santa Marta el cuerpo de un cabo tercero del Ejército Nacional que se quitó la vida en una unidad militar de Facatativá, en Cundinamarca. El militar denunció días antes un presunto acoso de un superior, hecho que también es investigado por la institución. Su familia pide justicia por la muerte del joven.

Tristeza y desolación es lo que se vive en la casa de los Pardo Oliveros, una humilde familia en el sur de la capital de Magdalena que hoy llora la partida del cabo tercero Francisco Pardo.

Familiares piden respeto, pero al mismo tiempo que se investiguen las causas que habrían motivado a que el uniformado se quitara la vida.

Las señales venían desde meses atrás, cuando el cabo tercero Francisco José Pardo Oliveros presentó una carta escrita con su puño y letra en la que denunció el acoso laboral del que, aseguraba, era víctima por parte del segundo comandante del batallón de Facatativá.

“En la formación de iniciación del servicio, el mencionado oficial, frente a mis subalternos, me empezó a hostigar diciéndome ‘¿qué pasa que no pide la baja?, ¿qué espera si me dio la palabra? Esa es una de las situaciones que vivo enfrentando a diario, así como el odio que le tiene a las personas de la región Caribe, ya que él no comprende la inclusión cultural”, se lee en la carta que había escrito el cabo tercero Pardo.

¿Qué dicen los padres del militar?

Myriam Oliveros, mamá del militar, a diario recibía llamadas de su hijo quejándose del trato del mayor: “Llamaba a mi hijo y me decía ‘mami me tiene en la mala y me toca apresarlo, me toca obedecer, pero estoy aburrido, el mayor López me tiene aburrido’, puntual y textualmente me decía así”.

La madre, que ya había perdido a dos hijos por suicidio dentro del Ejército en el año 2021, temía lo peor: “Le dije ‘general, ayúdeme, vengo como madre con un caso anterior. No quiero que se vuelva a repetir la misma historia’. Me dijo ‘dele a mi estafeta su número de teléfono y su nombre, yo me comunico y lo voy a gestionar’. Pasaron dos meses y se vuelve a repetir la historia”.

Franklin Pardo, papá del militar, cree que su hijo no se quitó la vida: “Lo dudo, porque era un joven muy centrado en sus labores, en lo que tenía que hacer, como fue formado en un hogar militar”.

Sus familiares piden justicia y que se esclarezca la muerte del cabo Francisco Pardo. El samario, de 23 años, tenía tres investigaciones disciplinarias en curso por consumo de alcohol, por salir del batallón sin autorización y maltrato a un subalterno, proceso que llevaba el mayor señalado de acoso.