La Cámara de Representantes está integrada por congresistas que provienen de diferentes regiones, quienes viven en constante movimiento por el país y deben movilizarse hacia sus territorios de origen para hacer labor política.
Con el propósito de facilitar esta tarea, la Cámara anualmente firma un contrato, otorgado mediante licitación pública, para entregarles tiquetes aéreos a los congresistas que hacen parte de la corporación.
Es decir, estos pasajes, por ley, se pagan con recursos que provienen del presupuesto público.
Sin embargo, ha llamado la atención que el dinero destinado a comprarles tiquetes aéreos a los representantes aumentará en más de 3.000 millones de pesos, al pasar de 7.500 millones que se destinaron este año a 11.000 millones para 2020.