Unas 1.600 personas han sido víctimas de una red que grababa en secreto a parejas teniendo sexo en moteles de Corea del Sur y lo difundía por internet, en un nuevo escándalo en torno al uso de cámaras ocultas en el país asiático.
La policía surcoreana detuvo a principios de marzo a cuatro hombres, dos de los cuales están en prisión preventiva, acusados de instalar cámaras en decenas de moteles del sur y centro del país, grabar a unas 800 parejas manteniendo sexo y distribuir el contenido en una web que sumaba más de 4.000 abonados.