Por JULIO FLÓREZ PACHECO
La vida para los familiares de los hermanos Jaramillo Garay y Jaramillo Urango, cambió desde la madrugada del pasado sábado 1º de abril, cuando se conoció la noticia de la avalancha que destruyó parte de la ciudad de Mocoa, provocada por las fuertes lluvias, que ocasionaron el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, que rodean esta zona del Putumayo.
Entre los damnificados de la tragedia están dos hermanos, Omar Jaramillo Garay de 48 años de edad y Anwar Jaramillo Urango, de 32, quienes por razones de trabajo residían en esa ciudad y habían formado allí su familia.
Según relata Diana Jaramillo, una de las hermanas menores de los dos damnificados, el primero en viajar a ese lugar fue Omar, y lo hizo hace 22 años buscando nuevos horizontes, ante las pocas oportunidades de trabajo en la región y hace 8 años lo hizo Anwar, quien quiso probar suerte en un próspero negocio que su hermano mayor había logrado consolidar al lado de su pareja.
Los dos trabajaban en un negocio familiar, el cual estaba ubicado en uno de los barrios que resultó afectado por la avalancha, el barrio San Agustín, allí atendían una especie de abastecedora de víveres y abarrotes que surtía a pequeños comerciantes de la zona.
Diana quien reside en Sahagún, en el barrio San Rafael, no oculta su tristeza al contarnos la odisea que le ha tocado vivir a sus hermanos, luego de la tragedia que ha conmovido al País.
Nos comenta que sus hermanos y esposas e hijos, se salvaron de morir porque lograron salir con lo que tenían puesto hacia las partes altas de la ciudad, y contemplar impotentes cómo el lodo y las piedras se llevaban a su paso el fruto del trabajo.
Diana apegada al dolor que ahora une a la familia, lidera en la actualidad una cruzada para conseguir dinero y prendas de vestir para enviar a Mocoa, ya que sus hermanos lo perdieron todo.
Desde el sábado en las horas de la tarde cuando lograron contactarlos, se han comunicado pocas veces por lo difícil de las comunicaciones, pero nos comenta que gracias a Dios están bien de salud junto a sus familias, y que ya hacen parte del censo de damnificados que maneja el Gobierno nacional, para acceder a las ayudas que ha prometido la presidencia de la República.
De otra parte, también se conoció que una menor de edad identificada como Norbid Karina Guerra Vahos, hija de un sahagunense que prestó servicios en la Policía Nacional de Putumayo, también vive en carne propia los flagelos de la tragedia, ya que perdió algunos de sus familiares y amigos, por lo que el papá quien ahora reside en Sahagún, realiza las vueltas para traerla a esta ciudad.
