El próximo 11 de marzo, día de las elecciones del nuevo Congreso de la República, se dará un sustancial cambio en la cultura política del país por cuenta del número de legisladores que serán elegidos.
Actualmente, Colombia tiene 102 senadores y 166 representantes a la Cámara, cifra que se ha mantenido por varios años. Aun así, el Acuerdo de Paz con las Farc y la reforma de Equilibrio de Podres que se terminó de aprobar en 2015 trajeron un revolcón institucional en el poder legislativo.
La actual cifra de 268 congresistas sufrirá un sustancial aumento primero por cuenta de lo pactado con las Farc para cesar el conflicto con el Estado. En cada cámara, el Senado y la Cámara de Representantes, los desmovilizados de esa guerrilla que pasaron a ser grupo político tendrán cinco curules (diez en total).
Pero ahí no para todo. En el acto legislativo de Equilibrio de Poderes quedó incluido un artículo que le da representatividad a quienes pierdan las elecciones presidenciales. En el Senado, el candidato presidencial que resulte perdedor tendrá una curul. Para el caso de su fórmula vicepresidencial le será entregado un escaño en la Cámara de Representantes.
Así las cosas, de 266 ‘padres de la Patria’ Colombia pasará a tener 280. Esto igual conlleva a un aumento en el incremento del gasto en las arcas de la Nación.
Cada congresista se ganará en promedio $31 millones. Es decir, sin contar con el salario que deben devengar sus equipo de trabajo (Unidades de Trabajo Legislativo-UTL), estos nuevos senadores les costarán a los ciudadanos más de $372 millones mensualmente.
Lógicamente este incremento en el número de congresistas también cambia la conformación de las mayorías en el Congreso. En el Senado será necesario tener 55 votos para tener mayoría absoluta (la mitad más uno). En el caso de la Cámara se deberán contar con 87 votos.