Hace cuatro años, el 28 de noviembre del 2016, a las 10:15 de la noche, aproximadamente, el vuelo chárter 2933 de LaMia, que partió desde el aeropuerto Viru Viru (Bolivia) con destino al José María Córdova de Medellín con 68 pasajes, la mayoría el plantel del club Chapecoense que enfrentaría al Atlético Nacional por la final de la Copa Suramericana, se chocó en un cerro cerca de la capital antioqueña.
Solo seis personas sobrevivieron a la tragedia que enlutó a Brasil, a Colombia y al mundo del fútbol, una tristeza que no se supera, a pesar de que ya han pasado dos años de este infortunado accidente.
Las investigaciones, en medio del duelo, no se hicieron esperar y las conclusiones fueron claras: el avión se precipitó a tierra debido a la falta de combustible, en un error humano del que hoy el mundo aún habla.
Los pilotos hicieron varias escalas para reabastecer la nave en los aeropuertos Alfredo Vásquez Cobo de Leticia y El Dorado de Bogotá, pero no les alcanzó el combustible, porque el aeropuerto de Medellín estaba congestionado y tuvieron que volar más tiempo.
Hoy, el mundo del fútbol recuerda la tragedia y a la memoria viene el dolor de los familiares por la pérdida de sus seres queridos, en una trágica noche que quedará marcada en la historia.