Por: William Rafael Caldera Pantoja
Hace varias décadas Sahagún emprendió un trabajo que permitió el respiro de un aire impregnado de sonoridades, que permitió la escenificación de lo mejor del teatro universal, que permitió la alegría de los cuerpos contoneándose con ritmos diversos y que permitió el uso de las paletas para colorear un cielo sabanero que se abre a las diferentes manifestaciones de la creatividad del ser humano; trabajo que pocas ciudades del caribe colombiano se habían decidido hacer y que se ha mantenido gracias a la realización anual de su Semana Cultural, hoy elevada a fiesta municipal a través del Festival Nacional de Cultura.
Esta tradición inició en 1969 con el más importante Festival de Teatro y Danzas que se conoció en la costa Caribe y que le mereció el título de “Ciudad Cultural de Córdoba”. Siendo consecuentes con este epíteto se conserva la ambición colectiva de posicionar a Sahagún como referente cultural y educativo del Caribe colombiano.
Muchas personas han trabajado en ese propósito de convertir a la ciudad en un espacio para la libre expresión del arte, la creatividad y el pensamiento, en la que converjan las diversas manifestaciones simbólico-expresivas de la nacionalidad colombiana, reafirmándola como escenario de integración multicultural, entretenimiento colectivo y nuevas propuestas culturales.
Desafortunadamente y contradictoriamente los sahagunenses no contábamos con un espacio en el que se celebrara la vida, la creatividad, el esparcimiento y la reminiscencia. Un espacio que brindara la posibilidad de pensar la ciudad, aprehenderla y construirla; incluyendo los más diversos criterios e ideologías para que se reafirmara como escenario de diversidad, pero, sobre todo, de respeto a las diferencias de cualquier índole.
Mientras muchas ciudades vecinas cuentan con estos espacios pese a tener un movimiento cultural más nuevo, los sahagunenses soñábamos con tener alguna como el Complejo Cultural de San Pelayo, la Plaza Cultural Sinú de Montería, la Plaza Cultural Majagual de Sincelejo o la Tarima San Simón de Chinú.
Hoy la esperanza de muchos se verá materializada en la construcción de la Plaza Cultural de Sahagún, un foro del pensamiento, un punto de partida para tejer juntos el entramado de la alegría y la sana convivencia, y hacer de la Sahagún del futuro, que visionamos como centro de referencia global, la Capital Cultural del Caribe. La plaza será construida en la antígua Plaza San Pedro.
Agradezco en nombre de los sahagunenses al alcalde Baldomero José Villadiego Carrascal por tomar esta trascendental decisión. Sólo espero que las lánguidas, tristes, grises, frías y descontextualizadas palmeras que en un tiempo se quitaron de la avenida del Hospital no vuelvan a aparecer en medio de un espacio en el cual germinará la cultura.
Les comparto las imágenes proporcionadas por la Secretaría de Obras Municipal.
