Un ternero nació el pasado jueves con una malformación craneal que se ha viralizado en las redes sociales, por su parecido con el rostro humano.
El animal ha sufrido una mutación genética, es decir, un cambio en la organización del ADN que produce una variación en las características del animal afectado pero que no necesariamente se transmite a sus descendientes.
El genetista, Nicolás Magnago, ha negado tajantemente que esto haya sido resultado de un caso de zoofilia en la zona. El animal falleció a las pocas horas de nacer en una reserva natural de la ciudad de Villa Ana, en Santa Fe (Argentina).
No es la primera vez que sucede algo así. Hace dos años ya nació otro ternero con un gran parecido al rostro humano.