Varias historias de vida y un solo escenario, las selvas del Guaviare.
Una madre con sus cuatro pequeños hijos que viajaba en una avioneta, unas Fuerzas Militares acompañadas por la Guardia Indígena y un gran héroe, Wilson.
El canino en esta misión fue quizá una de las fichas más importantes en toda esta historia, cuando los uniformados emprendieron la búsqueda de los menores fue Wilson quien los encontró primero. El perro los acompañó varios días y luego se desapareció.
Ahora muchos hombres en la selva buscan a su compañero. Cristian David Lara, su guía canino, amigo de misiones y de vida se niega a parar su búsqueda y es que estos días serán decisivos para cada paso que los hombres de las Fuerzas Militares den en las espesas selvas ya que se cumplió un mes de su desaparición y no hay rastros de él.
Detrás de su pérdida hay muchas hipótesis: que fue devorado por animales feroces, que fue tomado por la naturaleza a cambio de los niños. También se dice que tiene una crisis psicológica que lo mantiene huyendo y alrededor de todas estas especulaciones hay mucha esperanza. Wilson es un perro fuerte, un perro entrenado para situaciones difíciles y un héroe que es digno de ser recordado siempre.
Con la historia de Wilson se podría decir que los animales cumplen un papel muy importante en la vida de los humanos, que ellos son leales e incluso están dispuestos a entregar la vida para proteger a las personas. Wilson es el ejemplo de que los animales además de seres sintientes son seres que merecen un trato digno.
Ojalá en los diarios nacionales salga una noticia con este titular ‘Por fin se concluyó la ‘Operación Esperanza’ y que Wilson esté de vuelta a casa.