Hoy, como gobernador del departamento, expreso toda mi solidaridad a la familia, y amigos cercanos del maestro Marcial Alegría.
Marcial es el ejemplo claro de lo que viven y la realidad de muchos habitantes del departamento de Córdoba. San Sebastián, es tierra de grandes talentos; Marcial, a pesar de ser un hombre humilde, siempre se propuso que Colombia y el mundo conocieran todo el potencial que tiene nuestra tierra a través del arte y la cultura. Será su éxito lo que hará verdadero ruido en San Sebastián y en todo el mundo.
Estamos frente a la ciénaga grande del Bajo Sinú, ciénaga que tantas veces pintó y retrató Marcial en sus pinturas y hoy vemos cómo todo ese potencial que tiene nuestra tierra quizás no se traduce en bienestar para su gente. Vivimos días tristes, pero como gobernantes, que tenemos la oportunidad de regir los destinos municipales y departamentales, tenemos el deber de dejar en alto el nombre de ese maestro a quien hace pocos días se reconocimos públicamente, aún en vida, porque siempre he creído que los honores y las exaltaciones deben hacerse en vida, hay que reconocer la labor de las personas en vida y yo hoy tengo la satisfacción de haber conocido a ese gran maestro en vida, haber conocido a su familia y a él en su casa, a quien visité en varias ocasiones, y creo que Marcial se quedó con el deseo de lograr la transformación de su territorio, una transformación que aún no ha llegado.
Tenemos el compromiso de lograr que esa ventana que Marcial quiso mostrar al mundo desde este rinconcito de San Sebastián, de esta parroquia que está pintada en sus cuadros, para que esta no solamente sea su casa, sino que San Sebastián sea el museo cultural y artístico, quizás del primitivista más reconocido de toda Colombia.
Como gobernador del departamento, dejaremos en alto ese legado de Marcial. Ha muerto un artista, pero se perpetúa el arte y el pincel del artista. Gracias y que Dios los bendiga.