Para Arias Ramírez, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), «interpretar este fallo de la Corte Constitucional no es fácil. El país hasta ahora ha sorteado muy bien la atención en salud de los venezolanos. El número de venezolanos en Colombia es controlable pero en el futuro puede que no lo sea«.
Por lo anterior, dijo que «hasta ahora el Ministerio de Salud ha hecho una muy buena tarea» con esta población de migrantes.
El presidente de Acemi agrega que «el sistema de salud de Colombia es muy robusto, muy fuerte a pesar de sus debilidades financieras. Es un sistema que puede absorber a una población extra, a una cantidad de venezolanos, pero va a haber un momento dado en que no lo va a poder hacer«.
Y explicó que, por ejemplo, «una persona que llegue a urgencias, no importa de dónde es ni cómo es, por ley, tiene que ser atendida; sin distinción de nacionalidad de ningún tipo«.
Sin embargo, explicó el complejo panorama que se presenta ante este reto de atención en salud. «La población que está llegando de Venezuela en buena parte está llegando en mal estado porque allá se acabaron las vacunas (…) estamos en una frontera muy porosa, muy abierta, están llegando muchos venezolanos con malaria y otras enfermedades«.
La crisis en Venezuela además, comentó, hace que las personas que lleguen al país sean tratadas en su mayoría ante «la carencia no solo de vacunas sino también de medicamentos y servicios de salud» en el vecino país.
Esta declaración se da luego de que la Corte Constitucional ordenará al Estado garantizar la presentación del servicio de salud a la población migrante venezolana.
«La atención integral en salud de toda la población venezolana migrante necesita ser progresiva, ya que requiere de esfuerzos complejos por parte del Estado y de la disponibilidad de recursos suficientes que no pongan en un mayor riesgo al sistema«, manifestó la Corte en su escrito.