La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez pidió a la revista U.S. News pormenores de su metodología y variables, defendiendo que la política de transparencia y prevención de la corrupción “es una de las más contundentes a nivel global”.
Ramírez solicitó las fichas técnicas que permitan evidenciar el universo, nacionalidad y perfil de los encuestados; las preguntas y respuestas del sondeo, así como el margen de error.
El Gobierno Nacional, en cabeza de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, insistió en su rechazo a la publicación que ubicó a Colombia como el país más corrupto del mundo y, a través de una comunicación, pidió a la revista U.S. News –responsable del informe– que detalle la metodología y variables que le permitieron llegar a esa conclusión.
Sin embargo, en opinión de la funcionaria, se trata de una determinación que está lejos de ser realidad, pues “no existe ninguna evidencia científica ni estadística seria queasí lo demuestre”.
Ramírez sostiene que el sondeo, que recogió la opinión de más de 20.000 personas, generó impacto negativo en la economía y en la imagen internacional. Por ello, solicita las fichas técnicas que permitan evidenciar el universo, nacionalidad y perfil de los encuestados; las preguntas y respuestas del sondeo; su temporalidad, así como el margen de error.
Incluso, comparan los resultados con lo reportado por la organización Transparencia Internacional a través de su Índice de Percepción de Corrupción, que situó al país en el puesto 96 de 180 países evaluados, con 37 puntos de percepción de corrupción. “Estos resultados distan en gran medida a lo expuesto por ustedes”, le dice Ramírez a U.S. News.
“Estamos convencidos y tenemos cómo demostrarlo, que nuestra política pública de transparencia y prevención de la corrupción es quizás una de las más contundentes que se desarrolla a nivel global en esta materia. No sobra anotar que nuestro país tiene una democracia legítima e instituciones sólidas, que se encuentran dando una batalla sin tregua contra la corrupción”, agrega la vicepresidenta.
La funcionaria concluye su misiva invitando al equipo de la revista a visitar Colombia para que “puedan conocer de forma directa” las realidades sociales, económicas, culturales, ambientales, geográficas y políticas del país, así como la agenda anticorrupción que se viene implementando para luchar contra este fenómeno.
En su momento, la periodista Casey Leins de U.S. News, argumentó que los encuestados respondieron qué tanto relacionaban a los países nombrados en el ranking con el término “corrupto”, algo que quedaba sujeto “a la propia interpretación de las personas”, escribió Leins.
El ranking tuvo en cuenta unas subcategorías que engloban la percepción de esos países en diferentes áreas. A su vez, esas subcategorías eran relacionadas con ciertas palabras claves. Por ejemplo, uno de los aspectos a evaluar era la influencia cultural del país. Y la revista lo relacionó con palabras como “entretenimiento”, “moda”, “felicidad”, “tendencia”, y “prestigio”. A partir de las respuestas, el medio ponderó unas conclusiones.
En ese contexto, la sentencia de que “Colombia es el país más corrupto”, apareció cuando los encuestados respondieron sobre si el Estado está “abierto a los negocios”. A esa materia U.S. News vincula palabras como “burocrático” “costos de fabricación baratos”, “corruptos”, “entorno fiscal favorable”, y “prácticas transparentes”.
En esa categoría, Colombia sacó 56 puntos en su contra que, si bien no fue el puntaje negativo más alto de todo el ranking, ponderado con los otros asuntos lo posicionó como el más corrupto, al menos de los países que participaron.
El Espectador