La prestigiosa revista lo critica por haber promovido medidas impopulares, desperdiciado su limitado capital político y la falta de acuerdos.
Además, cita una encuesta reciente en la cual el 68% de la opinión pública desaprobaba la gestión del gabinete ministerial además de una preocupación por el estado de la economía como la falta de esfuerzos del Gobierno para impulsar una legislación contra la corrupción.
“Prometió un gabinete tecnócrata sobre lo político y un año después es claro que el gabinete no era ni tecnócrata ni estaba preparado para los retos. Y sus errores han hecho perder capital político a Duque”, asegura The Economist.
Y cita los casos del ministro de Defensa, Guillermo Botero; de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y del interior, Nancy Patricia Gutiérrez, como los que se han visto envueltos en controversias tanto con la clase política como con la opinión pública.
Por este motivo, para este año y ya que tiene una agenda legislativa importante con temas como la reforma a las regalías, al sistema pensional, de leyes laborales, la iniciativa anticorrupción y privatizaciones, le aconsejan incluir un grado de negociaciones para lograr acuerdos con los otros partidos políticos, promover de manera fuerte la iniciativa anticorrupción así como evitar iniciativas polarizantes, así estas le causen problemas con su propio partido (el Centro Democrático).
De la misma manera le piden tener un gabinete ministerial más representativo, con capital político y que tenga más nexos con el Congreso de la República para tener más fuerza en el Congreso y por ende incrementar la gobernabilidad.
‘The Economist’ asegura que si no se logra una mayor gobernabilidad para llevar a cabo su ambiciosa e innovativa agenda, esto podría poner en riesgo el moderado crecimiento económico.